¿Cómo lo hemos hecho?: el ‘Índice de Performance’.

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Hemos definido diferentes dimensiones para los tres enfoque. En su conjunto, 34 rasgos que permiten caracterizar a cada equipamiento, industria o recurso cultural. Por tanto, no observamos un equipamiento sólo por su tipología (teatro, museo, campo de golf,…), sino que lo caracterizamos a través de estas 34 dimensiones. En la tabla 1 detallamos estas dimensiones y ofrecemos una breve definición de cada una de ellas.

Previamente se han seleccionado 147 equipamientos, recursos o industrias culturales en función de su pertinencia y por la existencia de fuentes de datos sistemáticas para todas las ciudades. Se han codificado, han recibido una puntuación para cada una de las sub-dimensiones. Esta puntuación es menor si la dimensión supone un rasgo que se opone a la esencia del equipamiento, industrias o recurso cultural, o mayor cuando es indispensable para dar cuenta de su esencia, lo que allí se produce, se puede consumir o se puede hacer. Por ejemplo, un museo etnológico se correspondería con las dimensiones ‘arte’ y ‘consumo/distribución’ en el enfoque de las industrias culturales, tradicionalismo, formalidad y localismo en la de consumo cultural, y por último, con la de difusión cultural en la de oportunidades de desarrollo. Un museo de arte contemporáneo, por ejemplo, sería similar, en el primer y tercer enfoques, pero muy diferente en el segundo: expresividad y cierta dosis de transgresión, en vez de tradicionalidad y formalidad. Se trata de algunos ejemplos de las 4998 codificaciones realizadas (34 sub-dimensiones * 147 equipamientos). En detalle, el proceso seguido puede consultarse en los documentos del trabajo del proyecto.

Después del proceso de codificación ponderamos el número de equipamientos existentes en la ciudad por sus correspondientes puntuaciones, y posteriormente calculamos la suma de la puntuación obtenida para cada dimensión. Así tenemos la intensidad con la que una dimensión está presente en la ciudad. Pero si dividimos ese valor por el número total de equipamientos existentes en la ciudad, tendríamos si esa dimensión destaca en la ciudad, esto es, si se especializa en esa dimensión. Esto es lo que hemos denominado el Indice de Performance. De esta forma mostramos aquello en lo que sobresale la ciudad comparándose con ella misma (con el conjunto de los recursos con los que cuenta), pero también podemos ver si su especialización es similar o diferente de las de otras ciudades. Por tanto, el índice no tiene por finalidad establecer un ranking de ciudades, sino identificar de forma comparativa para cada una de ellas en qué destacan, sobre todo, para aquellas que son similares por el número de habitantes, por tener un recurso específico o su centralidad urbana o administrativa.